domingo, 23 de septiembre de 2018

Dios no lo tenía todo




¡Claro que no! Le faltaba su Madre, su Hijo, sus Santos... No, no lo tenía todo.

 También Le faltabas tú para disfrutar de su eternidad. Al principio, no eras lo más importante, nadie lo era, fue mucho después cuando vio que Satán se llevaba en masa sus seres creados.

Aunque en realidad poca falta o ninguna Le hacemos, hemos de reconocer que Le dimos una pena bestial. Lo intentó poniendo orden y castigos, con su Alianza de paz y las Tablas de la Ley, con Jesús y su Evangelio… ¡Pues ya es hora de que seamos algo inteligentes y sepamos que lo que siempre deseó es compartir su Reino!

No, no lo tenía todo y bastante se ha molestado en demostrarlo. ¿Somos tontos? Yo creo que sí. Ya lo dijo Jesús, ciegos y sordos a más no poder. 
  
Su ofrenda es lo más. No podemos obviar su Proyecto de liberación y gran recompensa. Es “nuestro tiempo” y nos toca continuar lo que Él nos dejó. No somos especialistas, que los hay en su Nombre, pero sí podemos ayudar. Yo lo hago y estaré agradecida todos los días de mi vida y ¿tú?  

Decide con tu inalienable libertad -por cierto y por tanto, el destino es la mayor falacia inventada- si quieres su regalo de sempiterna felicidad. 
  
Nos dió una inteligencia y dos vidas, la tuya y la Suya. No te cargues la Mayor por aferrarte a la menor… Una, es un regalo de Dios que Le costó la vida; la otra, es una gracia para llegar a disfrutarlo.  
    
No, no lo tenía todo…  

     Emma Díez Lobo


No hay comentarios:

Publicar un comentario