jueves, 5 de septiembre de 2019

Todo en Ti permanece, no cambia



En un mundo donde todo se consume, todo se diluye, todo pasa, Tú permaneces.

Permaneces como todo lo que has creado y permaneces en mí, me afianzas, creces en mí y me sostienes, alimentas mis raíces que son las tuyas y las extiendes por el suelo de tu Eternidad.

Ser uno de esos árboles que a lo largo de la historia vivieron deseando crecer en tus atrios, ser parte del jardín de tus delicias. 

Árboles que cada mañana despiertan a la luz del sol de tu mirada; árboles que viven y crecen alimentados por Ti.

Árboles que no mueren porque son tus elegidos, tus obras y por eso, permanecen.

Si me dejas elegir, Señor, quiero escoger esta vida.

Déjame ser uno más de esos árboles que cuidas con tus manos y en los que te recreas cuando levantas cada día tu mirada.

Déjame ser vida para ti y sentir tu vida corriendo por mis ramas y sintiendo mis raíces abrazando la tierra de tu Palabra. 

(Olga Alonso) 
comunidadmariamadreapostoles.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario