miércoles, 10 de junio de 2020

SE FÍO DE MÍ, ME CONFÍO SU EVANGELIO



 Nos hacemos eco de quizás la confidencia más íntima que hizo Pablo a Timoteo, su compañero de misión; es muy personal, solo se dice a un amigo muy especial y Timoteo lo fue. Se nos saltan las cuerdas del alma al oír lo que le dijo acerca de Jesús: " Se fío de mí, me hizo capaz y me confío este Ministerio - el de la Evangelización." (I Tm 1,12) Pablo, esclavo de la ley, que nunca pudo cumplir, resalta en esta confidencia el abismo infranqueable existente entre el voluntarismo y la Gracia. El voluntarista, acoge el Evangelio como reto, desafío personal, lo enseña, sin la Fuerza del Anuncio, incluso  traspasando fronteras hasta que llega un momento en el que se cansa… porque su voluntarismo no da más de sí, ni da fruto.

Quizás se dedique entonces a todo tipo de burocracia o promoción marca O.N.G... lo que no está nada mal, siempre que no sea una manta para tapar la inutilidad de su voluntarismo religioso. También puede suceder…y sucede, que acoja el Evangelio como Gracia y Fuerza de Dios y que como Gracia y Fuerza de Dios lo anuncie. Si, repito, es lo suficientemente humilde para dar este giro tempestuoso en su vida, a su tiempo tendrá la misma autoridad que San Pablo para poder confesar respecto a Jesús: Se fío de mi me hizo capaz y me confío este Ministerio de la Evangelización... de anunciar el Evangelio de la Fuerza y Gracia de Dios que cambia, como me lo cambio a mí, los corazones de piedra en corazones de carne.

P. Antonio Pavia
comunidadmariamadreapostoles.com


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