Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti. Y
él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho
por él.
Lc 8,39
Cierro los ojos y busco palabras que sellen en el papel tu
paso por mí: lo que siento, lo que me enseñas, lo que se queda para siempre
dentro de mi corazón y construye el lugar donde he aprendido cada día a
sentarme y mirar a tu infinito.
Estas palabras convierten tu lenguaje, que ahora pertenece solamente a mi corazón, en
sonidos del mundo, para el mundo y, si no las pongo sobre papel, siento que
pierdo la oportunidad de guardar entre los dedos de mi alma, tu paso por mí.
Correr, coger un lápiz y escribir en cualquier momento del
día.
Sujetar sobre el papel, el insólito milagro de tu aliento en
mi alma, en este momento concreto, hoy, ahora, cuando Tú quieres.
Fijar en palabras tu historia conmigo para que otros las
lean y revivan, y sientan que Tú abres la puerta a quien llama.
Siempre aguardando y buscando cazadores de nubes de
Eternidad que surcan el cielo, a la espera de que alguien las quiera convertir
en Palabras para el mundo.
A toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Salmo 18, 5
Olga Alonso Pelegrín
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