martes, 5 de enero de 2016

Solemnidad de la Epifanía del Señor


                                          La salvación es para todos

         Las lecturas de esta liturgia explican el sentido de la celebración, toda ella centrada en la universalidad de la salvación. La primera  anuncia que la salvación aparecerá en Jerusalén como una luz creciente que poco a poco iluminará al mundo y que atraerá hacia ella todos los hombres, incluso los más lejanos, para rendir homenaje al Salvador y recibir sus beneficios. El salmo responsorial abunda en la misma idea. Ambos textos aluden a países lejanos de Oriente (Madián, Efá, Sabá, Arabia) y Occidente (Tarsis). La segunda  afirma que esta promesa ya se ha cumplido en Cristo y por ello la salvación, primero reservada al pueblo judío, ya se ofrece también con los mismos derechos a los gentiles. El evangelio presenta la interpretación alegorizada que hace Mateo de una antigua tradición que decía que, cuando nació Jesús, se presentaron unos personajes de Persia que venían a rendirle homenaje como mesías, pues sus estrellas  –que tanta importancia tiene en su cultura- les ha indicado que ya ha nacido el Mesías esperado por el pueblo judío. Mateo ha visto en ello el cumplimiento de las promesas que se han recordado en la primera lectura y en el salmo responsorial y por ello cuenta esta tradición con motivos y palabras tomados de estos textos.

         Tres posturas subraya Mateo en su relato. La indiferencia de Jerusalén, que conoce las Escrituras, expresión de la voluntad de Dios, y no se molesta a comprobar su cumplimiento en Belén, a unos pocos kilómetros. La crueldad y astucia de Herodes que ve en el nacido un enemigo, y la búsqueda sincera de los magos, que guiados por las luces que les ofrecía su cultura, preguntan y encuentran. Es que Dios sale al encuentro de toda persona que lo busca con sincero corazón, pues quiere la salvación de todos los hombres y que todos lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tm 2,4).


         San Mateo narra esta tradición pensando en lo que sucede en sus días, en que la mayor parte del pueblo judío rechaza a Jesús e incluso algunos persiguen a sus seguidores, pero son muchos los gentiles que lo están recibiendo. Esta interpretación sigue teniendo validez hoy día en contexto cristiano en que se dan estas posturas ante Jesús: indiferencia, hostilidad, búsqueda, aceptación. 

 Rvdo. D. Antonio Rodríguez Carmona

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