Este
Evangelio tiene de todo (no os digo cual), pero mirad:
Primero.-
Instauración
del
Matrimonio (hombre, mujer). Delante de Jesús, dando fe de la unión, como
ahora, presente en cada boda católica.
Segundo.-
La
Virgen María, obedeciendo a Dios… Y todo irá bien. Ella, siempre intermediaria
entre nosotros y Él.
Tercero.-
La
Tinaja de piedra. Hoy, pila de Bautismo.
Cuarto.-
El
Agua clara y Santa de la tinaja, que nunca se termina. Es el agua del
Bautismo que borra el Pecado Original, abriendo el cielo para él.
Quinto.-
Conversión del agua en Vino. Como
hoy el vino, en Sangre de Cristo.
Sexto.-
El
Vino bueno al final. La salvación del hombre, debida a su Sangre
derramada en su Calvario y Muerte. Final de
su vida en la tierra.
Séptimo.-
El
Maestre sala. El hombre que “organiza nuestro camino”, él sabe bien de
eso. Hoy, sacerdotes de Dios.
Octavo.-
Los
invitados a la Fiesta. Éramos tú y yo reunidos, celebrando juntos los cinco
pasajes de su Vida: Nacimiento, Vida Pastoral, Muerte, Resurrección y Venida del Espíritu
Santo sobre los apóstoles, quienes perdonarán en su Nombre.
Noveno.-
El
Primer milagro de su Vida. Fue en esta fiesta, como
hoy en cada Eucaristía. Es el milagro viviente, real y el único nuevo y primero cada vez, al
alcance de todos los hombres que deseen ver a Dios.
Décimo.- Fin de la fiesta… Nos hemos “Casado en Caná” ¡Genial!
Un decálogo para nuestra vida:
Gracia
en su principio y esperanza en su final.
Emma Díez Lobo
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