martes, 4 de junio de 2019

Los malvados germinan como la hierba (A la luz del salmo 91)




“Es bueno dar gracias al Señor…” 

Y no caemos en la cuenta de que esto es fundamental.

El hombre de hoy, y quizá también de otros tiempos, cree que todo lo ha conseguido por sus propias fuerzas, sin pensar siquiera en la intervención de Dios en su vida. Todo lo que ocurre no es casualidad, sino Providencia Divina, y toda forma parte de un Plan de Dios para cada uno.

Este pueblo es un pueblo de dura cerviz, se dice en el libro del Deuteronomio, y el hombre en su necedad, prescinde de Dios como si todo dependiera de sus propias fuerzas.

“…el ignorante no lo entiende y el necio no se da cuenta...” continúa el Salmo. Y es que el ignorante, por desconocimiento, aun puede ser considerado no culpable, pero el ignorante que no quiere creer, por si se me complica la vida, es además, necio, opuesto a la sabiduría, que, en este caso es Sabiduría de Dios.
En el Salmo 91 hay ya una visión profética de Jesucristo: “…el justo, - que es Jesucristo -, crecerá como una palmera…”, y “…plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios…”. Y efectivamente, Jesús, fue plantado, crucificado en Jerusalén, la Ciudad Santa, plantado, en el Árbol de la Cruz gloriosa, donde nos redimió.

 Y “justo”, no es el que no ha pecado, sino el que “ajusta” su vida a Dios.
“…Aunque germinen como hierba los malvados, y florezcan los malhechores, serán destruidos para siempre…” (Sal 91).

Nada más asomarse al mundo, la sociedad hace germinar el mal. Ahora se ve bien, incluso con deleite, las miserias de los famosos que salen en los medios de comunicación; y es que este “producto”, vende. Y esta venta produce dinero… y aquí entra otra vez el dios dinero. No se valoran las virtudes cristianas, porque es “anticuado”, y fuera de lugar pregonar el cristianismo. Los políticos actuales, muchos de ellos cristianos, no enarbolan la bandera de Cristo, porque se dice que esto entra de la intimidad del ser. Olvidan, olvidamos todos, que el mandato de Jesucristo fue: “…Id y predicad el Evangelio…” (Mc 16,15).

Tanto es así, que se evita la palabra: “virtud”, y la sustituimos por “valor”. ¡Hay que educar en valores”! , decimos. Por obviar “educar en virtudes”, que nos recuerda a palabras “de iglesia”.

Hablamos de los políticos, cuando el envío es para todos. Esta es la forma en que “germinan los malvados”. Así  “florecen los malhechores”. La sentencia es demoledora: Serán destruidos para siempre.

Siempre la Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu al salmista, es más actual que nunca. El Salmo nos dirá: “…Es bueno proclamar por la mañana tu Misericordia y de noche tu Fidelidad…”. Conceptos antagónicos: la mañana es el paso de las tinieblas a la Luz, que es Cristo. Y cuando llega de nuevo la noche, es decir, cuando de nuevo arrecian las tinieblas del Maligno, esperamos en su Fidelidad, que es la seguridad de que Él va a ser fiel. Nos lo recuerda la carta de Pablo a Timoteo: “…si le negamos Él nos negará, pero si somos infieles, Él permanece fiel porque no puede negarse a sí mismo…”

(Tomás Cremades) 
comunidadmariamadreapostoles.com


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