Voy a intentar definir las tres
Personas de Dios:
El
Espíritu Santo es
la acción, la fuerza, es el mediador y abogado del culpable; es operante en la redención
después de Cristo. Es una Persona sin alas pero enérgica y perpetua. Dijo
Jesús: “El Padre os dará otro Paráclito (aquel que es invocado)” (Jn 14-16).
Como vemos es Una Persona diferente a
Dios y a Jesús.
Ahora Dios, Dios ES sin causa,
es la Sabiduría y Poder Supremos, es
Palabra y Amor, el que Hace y Otorga. Todo
nos es dado a través de su Espíritu Santo, hasta la Fe en Cristo-Jesús.
Y Jesús
es la otra Persona que sin el Espíritu
Santo, jamás podríamos llegar a Él. Es la lengua y el milagro de Dios; es
la parte visible, es Dios hecho Hombre.
No es complicado y tiene su lógica,
porque si a Dios nadie Le ha visto jamás (Jn 1,1-18), lo suyo es Jesús y ya Le
vemos y escuchamos, pero sin el Espíritu Santo como que tampoco llegaríamos a
creer ni en Jesús ni en su Padre-Dios.
Bueno, pues estas Tres Personas juntas y diferentes hacen a DIOS. Nosotros, humanos del mundo, también tenemos tres elementos en
nuestro ser: Alma espiritual, palabra y visibilidad, solo que nosotros no somos
tres personas en una, sino una persona con “tres partes”, que no es ni parecido,
pero hechos a su imagen y semejanza (Gen 1,27).
Padre,
Hijo y Espíritu Santo -Santísima Trinidad-, cada cual al ciento por ciento
y Las tres son UNO.
¡Supremo!
Emma
Díez Lobo
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