miércoles, 7 de septiembre de 2022

Partiendo la Palabra (Jr 15,16-18)

 


Coloquio de Jeremías con Dios: " Cuando encontraba tus palabras las devoraba, eran para mí la alegría y el gozo de mi corazón " Nos sorprende, sin embargo, que el profeta pase del júbilo a una angustia lacerante. La exultación a causa de la Palabra viva en él es rechazada frontalmente por Israel sufriendo así una soledad espantosa. Bien dice Dios: "Mis caminos no son vuestros caminos, ni mis pensamientos vuestros pensamientos" (Is 55,8...) Dios permite está soledad a Jeremías, como también a sus amigos, para hablarles íntimamente de tú a tú; llena sus corazones de El mismo para que sean para el mundo la luz, no la pasajera sino la que permanece (Jn 8,12)

 El Evangelio de Jesús es esa Luz que brilla en las tinieblas y las somete. (Jn 1,1-5) Es por eso que Jesús permite nuestras soledades y desiertos; para cumplir en nosotros esta profecía "La llevaré al desierto y la hablaré al corazón" (Os 2,16) Dios habla en femenino porque se refiere a nuestra alma que está llamada a desposarse con Él.

 

P. Antonio Pavía

Comunidad María Madre de los Apóstoles

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