Jesús es la
plenitud de la alegría de todo hombre a lo largo de su existencia y San Juan
Bautista da fe de ello. Ya cuando estaba en seno de su madre saltó de gozo al
percibir su Presencia en el seno de María en su visita a su prima Isabel que la
dijo: "apenas llegó a mis oídos tu saludo el niño salto de alegría en mi
seno".
Vemos ahora a
Juan Bautista en la misión que Dios le confió de ser el Precursor de Jesús.
Aunque ya había dicho una y otra vez a sus discípulos que él no era el Mesías
que esperaban, estos se resistían a aceptarlo; entonces les dio este
testimonio: "El que tiene a la esposa es el esposo, el que le asiste y oye
se alegra con su voz. Esta es mi alegría que ha llegado a su plenitud. (Jn 3,29)
El que desea y busca verdaderamente alcanzar esta alegría en su plenitud que se
mire en Juan Bautista. Que lea amorosamente y escuche en su corazón la Voz de
Jesús que resuena incesantemente en su Evangelio. (Jn
8,47).
P. Antonio
Pavía
Comunidad María Madre
de los Apóstoles
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