Jesús nos habla hoy de nuestra mirada compasiva ante
las necesidades y carencias del otro: hambre, dolencias, penurias
económicas...etc. Es la mirada que mueve nuestros pasos hacia su encuentro.
Mirada compasiva como, por ejemplo, la de Santa Teresa de Calcuta, quien al ver
moribundos en la calle no se cuestionaba si llegaron a tal postración a causa
de una vida desordenada... Los recogía, aseaba, acostaba en una cama para que
muriesen dignamente.
Pensemos sobrecogidos en la mirada compasiva de Jesús
ante una multitud, imagen de toda la humanidad. Le dolía el alma vernos “como
ovejas sin pastor " (Mt 9, 36...). Así fue y así sigue siendo, al vernos
despojados de toda dignidad, por dejar que Satanás la arrancase de nuestras
entrañas; y es que la Dignidad está entrelazada con el Amor a la Verdad
mientras que Satanás es " el padre de la mentira", como dice Jesús
(Jn 8,44). Mentira que nos lleva a deambular entre abismos, aunque nademos en
oro o títulos.
Inmensamente Compasiva fue la mirada de Jesús desde la
Cruz hacia sus verdugos que a todos nos representan. Tan dulcemente compasiva
que gritó al Padre:
¡Perdónales, no saben lo que hacen!
Resucitado nos dio …
¡Su Santo Evangelio! Sus palabras son nuestra Dignidad. ¡Anunciémoslo
sin descanso!
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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