miércoles, 24 de enero de 2024

Partiendo la Palabra El Calvario: de maldito a Bendito (II) (Sl 60,11-12)

 


Después de un juicio marcado por la envidia y la mentira, Jesús fue crucificado en el Calvario. Satanás, sonríe triunfante. Todos se mofan y burlan de Jesús. Apenas María, un discípulo y dos mujeres más están afligidas y silenciosas junto a Él. Satanás está exultante; cree que tiene a Jesús sometido en sus dominios.

 Recordaría lo que le dijo a Job su mujer ante tanto sufrimiento: "Maldice a Dios y muere" (Jb 2,9).

 Vano deseo; Jesús va a morir no maldiciendo sino bendiciendo al Padre, solicitándole el perdón para toda la Humanidad, pues todos conocemos lo que es dar la espalda a Dios en nuestro Calvario. Satanás quiso rematar su "victoria" envolviendo a Jesús con un manto de tinieblas. (Lc 23,44). La Victoria del padre de la mentira (Jn 8,44) parecía inminente cuando Jesús irguiéndose sobre sus espaldas flageladas gritó: "¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! (Lc 22,46).

  Fin del sueño del mentiroso. La muerte quedó reducida a un transbordo en el viaje de la Vida de cada uno. Al vencer a la muerte, Jesús cambió la maldición del Calvario en Bendición; si porque es en nuestro Calvario personal, donde nacemos como Discípulos Amados de Jesús.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

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