Esta Catequesis de Jesús provoca un gozo estremecedor
en quienes la guardan en sus corazones. Jesús nos dice que Él es la Vid
Verdadera, nosotros sus sarmientos y que el viñador es su Padre. Dios Padre
mira con infinito amor su viña; se deleita en la Vid - Jesús y en sus
sarmientos- nosotros.
Nos preguntamos, que hemos hecho para que Dios Padre,
nos mire con tanto cariño. Es porque en su mirada amorosa nos ve entrelazados
indisolublemente a su Hijo, la Vid Verdadera. Sabiendo esto; si nosotros en vez
de hacer planes para ser grandes a los ojos de los demás, diésemos prioridad a
ser grandes a los de Dios nuestro Padre, nuestra vida sería de un valor
incalculable para Él, como fue profetizado (Is 43,4).
Fijémonos en el encargo que Jesús al resucitar, dio
a María Magdalena: "Vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y
vuestro Padre, a mí Dios y vuestro Dios " (Jn 20,17).
Todas las
religiones tienen una imagen más o menos acertada de Dios. Los discípulos de
Jesús la tenemos diáfana: nuestro Dios y Padre, que es el Dios y Padre de
Jesús resplandece nítidamente en las entrañas del Evangelio. Los humildes de
corazón le descubren.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario