miércoles, 26 de junio de 2024

Partiendo la Palabra Besos de Dios al alma (IV)

 




 Lo que le mueve a Dios a besar tiernamente a las almas que le buscan con sincero corazón, es el deseo de estas por tener el oído abierto a su Palabra. Tener el oído abierto a Dios, es un don suyo. Lo da a aquellos que al escuchar o rezar con la Palabra, prestan tal atención a Ella, que es como si detuvieran el tiempo. Con esto y para vuestra alegría estoy diciendo que la Oración es, ante todo, "dejar hablar a Dios" y solo después, darás “voz a tu alma" para que se explaye con Él.

 La Oración de un discípulo de Jesús, no es un rito, ni una sucesión de textos piadosos; es como un "Despertar" la Presencia de Dios en los pliegues de tu alma, y para esto no hay técnica alguna; tan solo el deseo interior de escuchar a Dios. Por eso el Mandamiento esencial que Dios mismo nos da en la Biblia es: "Escucha Israel" ...y a continuación viene el fruto de esta escucha a Dios: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas..." (Dt 6, 4...).

 Por eso es esencial cultivar la Escucha a Dios. Es imposible que la Palabra de Dios se asiente en el corazón, si este está en otras cosas. En definitiva, no rezamos para cumplir con Dios, sino para "Estar festivamente con Él". 

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 


 

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