¿Quiénes son estos elegidos que tienen acceso al
Misterio de Dios? Miremos a Pedro pues representa a todos los discípulos de
Jesús de todos los tiempos. El Señor Resucitado le lleva a orillas del mar y
fijando sus ojos en él, le pregunta: ¿Me amas? Pedro que tiene aún en sus oídos
el eco de sus tres negaciones no sale de su asombro. Ha pecado tanto que no
puede digerir la pregunta de Jesús. Este es nuestro mayor error y problema ... que,
ante una vida tan maltrecha, nuestra soberbia nos impida digerir un Amor tan inaudito
como el de Jesús. ¡Pedro era débil, impulsivo, inconstante...pero! ¡¡Se dejó
amar así por Jesús!! Por eso, y con un nudo en la garganta, pudo balbucir: ¡Jesús...!
¡Tú sabes que te amo! Pedro, entonces no lo supo...más tarde, cuando pudo
empezar a dar la vida por Él y gracias a Él", si supo, que había aplastado
la cabeza de la serpiente (Gen 3, 15) … al demonio que le indujo a traicionarle...
Seguimos el miércoles.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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