Perder sangre en la Escritura significa perder la Vida. Hoy vemos a una mujer que lleva doce años con flujos de sangre. Ha gastado sus bienes en tratamientos médicos, que no la han servido para nada; va de mal a peor. En esto oye hablar de Jesús y se dice: tengo que ir donde Él y tocar su manto. El manto en la Biblia simboliza el espíritu de la persona que lo lleva (1 Ry 2,1-15). Está mujer, representa a los genuinos buscadores de Dios. No va donde Jesús para que le haga un milagro sin más.! Desea tocar su manto, su Espíritu para recibir la Vida. Al llegar cerca de Él, ve que está rodeado de un gentío que le oprime (Mc 5,31). Nuestra amiga, no se echa atrás: ¡Su vida está en juego, por lo que, a base de codazos, consigue llegar hasta tocar el manto de Jesús! La sangre deja de fluir.
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