sábado, 31 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra Ascensión de Jesús. (Lc 24,46-53) "Quiero estar contigo Señor"

 



Del Evangelio de hoy veo un dato que me llama poderosamente la atención. Los Apóstoles que deberían tener tristeza ante la separación de Jesús al subir al Padre, sienten una alegría nueva, desconocida: "Se postraron ante Él y se volvieron a Jerusalén llenos de alegría". Es que   veían como Jesús les bendecía mientras ascendía al Padre. Es la Bendición de su Presencia permanente en sus corazones. Veamos: Ben-dicción...o sea Bien-decir; sobre ellos mientras subía al Padre suponía   dejar sus Palabras de Vida Eterna en ellos. Sus almas serían permanentemente regadas -como un huerto- por él Agua Viva del Evangelio para poder dar como les dijo Jesús: “Frutos de Vida Eterna" (Jn 4,35-36).

 Jesús nos ha dejado la Bendición por antonomasia: Su Santo Evangelio. Jesucristo no engaña a nadie. Ojalá amemos su Bendición, o sea su Evangelio por encima de todo. Sólo así podremos un día, llegar a, “amar a Dios, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas." (Dt 6,4-6).

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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