Al gritar Jesús al Padre: ¡Glorifica tu Nombre, le estaba diciendo! Por el Honor de tu Nombre, no permitas que el sepulcro sea mi morada eterna. Respuesta del Padre: "Lo he glorificado - mi Nombre - y lo volveré a glorificar. Dios glorificó su nombre al crear el universo y escoger a Israel con la misión de..." dar al mundo la Luz incorruptible de la Ley, la Palabra (Sb 18,4). Muchas fueron las idolatrías, rebeldías, doble vida...etc. con las que Israel ofendió y se burló de Dios; las suficientes como para romper las promesas que le había hecho, pero no las rompió.
Nosotros podemos olvidarnos de tantas promesas, cambios de vida, pecados, que
hemos hecho...Dios no. Prometió que de su pueblo brotaría la " Luz del
mundo " y lo hizo en la Encarnación de su Hijo. (Jn 8,12) Dios es quien,
como nos dijo Ezequiel, dice y hace (Ez 37,12-14). De ahí el grito de Jesús al
Padre:
¡Glorifica tu Nombre! ¡El Padre le
respondió! ¡Lo volveré a Glorificar! Si, te resucitaré, ¡¡saldrás vencedor de
la muerte!! Un día me dijiste: ¡Aquí estoy! (Sl 40,8-9) ...y yo te digo hoy:
Estoy contigo, junto a ti en tus humillaciones, injurias, desprecios...en tu
pasión y muerte, y te resucitaré.
Más aún: Tú serás el Creador del Discipulado en millones de hombres y
mujeres a lo largo de la Historia. Hombres y mujeres que, como tú, cargarán -
con tu Fuerza y tu Amor con el odio, el mal del mundo (Jn 17,14) y a cambio
seréis para vuestros enemigos mi Luz (Mt 5,14) para que tengan la oportunidad
de volverse a mí. Yo os glorificaré: venceréis vuestra muerte como yo la vencí.
P Antonio Pavía
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