Por el Honor del Nombre de Dios, Él nos protege en nuestro caminar en la fe,
incluso cuando vamos por valles de tinieblas como escribe el Salmista inspirado
por Dios. (Sl 23).
Recordemos que las tinieblas acamparon en el Calvario (Lc ,23,44) Digamos que el Mal, con sus
demonios al frente, se dieron cita en el Calvario; y que Jesús sobreponiéndose
a ellos..." Inclinando la cabeza entregó su espíritu" (Jn 19,30) Si,
entregó su espíritu al Padre a quien estaba unido porque una sola era la
voluntad del Padre y la suya.
A su alrededor estaba toda Jerusalén, con sus doctores de la Ley al frente,
injuriándole por decir que era el Hijo de Dios. Lo visible que refleja el
Calvario es más que monstruoso, pero Jesús se nos muestra como la plenitud de
Moisés, que cumplió la misión que Yahvé le confió..." Como si viera al
Invisible - en el caso de Jesús, a su Padre- (Hb 11,27).
Los discípulos de Jesús mueren -
morimos - con el Sello Glorioso del Discipulado, grabado en el alma. Sello que
nos permite conocer cada vez más al Invisible. Acreedores de nuestra victoria
sobre el mundo y su "padre de la mentira" morimos con sus s mismas
palabras: "Padre, en tus manos, encomiendo mi espíritu" (Lc 23,46).
Una cosa importantísima antes de terminar: El Dios Invisible, se hace
visible al alma porque su Espíritu discurre como Manantial de Vida en el
interior de las "palabras visibles de las Escrituras" Orad "muy
pausadamente" con los Salmos y nuestro Buen Pastor, os enseñará a
descubrirlo.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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