miércoles, 28 de mayo de 2025

Partiendo la Palabra En ti me refugio, Dios mío. (II)

 




Nos hacemos eco de esta exhortación del profeta Isaías que nos invita a sopesar entre los bienes que sacian, que son los de Dios y los que podríamos decir que, sin ser necesariamente nocivos, podemos catalogarlos como un kit de supervivencia.

Escuchemos a Dios que nos habla por medio de Isaías: "¿Por qué gastar vuestro dinero en lo que no alimenta, vuestro jornal en lo que no sacia? …Aplicad el oído y venid a mí, escuchad y vivirá vuestra alma."(Is 55,2-3). Esto que nos dice Dios, es siempre actual y vigente. Todo aquel que acoge la Sabiduría de Dios que emerge de sus Palabras de Vida, abrirá su corazón a la Verdad y sus pasos se enderezarán ante Aquel que dijo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida "(Jn 14,69) Él que se ata “a su camino" “a su verdad " y “a su vida”, encasilla su alma, creada para la Plenitud, en una especie de círculo mil veces repetido, aunque cambien los decorados.

 No, no es bueno vivir con el alma encorsetada. No es bueno refugiarnos en nosotros mismos y más teniendo en cuenta de que Dios se nos ofrece como refugio del alma.

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

 

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