Nos hacemos eco de esta exhortación del profeta Isaías que nos invita a sopesar entre los bienes que sacian, que son los de Dios y los que podríamos decir que, sin ser necesariamente nocivos, podemos catalogarlos como un kit de supervivencia.
Escuchemos a Dios que nos habla por medio de Isaías: "¿Por qué gastar
vuestro dinero en lo que no alimenta, vuestro jornal en lo que no sacia? …Aplicad
el oído y venid a mí, escuchad y vivirá vuestra alma."(Is 55,2-3). Esto
que nos dice Dios, es siempre actual y vigente. Todo aquel que acoge la
Sabiduría de Dios que emerge de sus Palabras de Vida, abrirá su corazón a la
Verdad y sus pasos se enderezarán ante Aquel que dijo: "Yo soy el Camino,
la Verdad y la Vida "(Jn 14,69) Él que se ata “a su camino" “a su
verdad " y “a su vida”, encasilla su alma, creada para la Plenitud, en una
especie de círculo mil veces repetido, aunque cambien los decorados.
No, no es bueno vivir con el alma
encorsetada. No es bueno refugiarnos en nosotros mismos y más teniendo en
cuenta de que Dios se nos ofrece como refugio del alma.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario