Vimos que la fe, se apoya en las obras que Dios hace en ti En realidad tendríamos que decir que se fundamenta en las obras que dejamos que Dios haga en nosotros. Dirigimos nuestra mirada hacia María de Nazaret a la que Jesús nombró Madre de sus discípulos. (Jn 19,26-27).
Recordemos que, en el anuncio del
Ángel Gabriel, este invitó a María a poner sus planes y razonamientos en las
manos de Dios, que la había escogido para encarnar a su Hijo en el mundo. El
programa de vida que José y María habían trazado con tanto esmero y rectitud,
quedó de lado, y ella dijo al ángel: renuncio a mis planes para que Dios
pueda hacer su Palabra en mí.
Sabemos que Israel fue escogido, protegido y conducido por Dios al ritmo de
sus obras maravillosas. Aun así, Israel se resistió a fiarse completamente en
Dios; María y también José, sí. Vemos a María alabando, también en nombre de
José, y proclamando en el Magníficat las maravillas hechas por Dios que como he
dicho son el núcleo de la fe seria, adulta. (Lc 1,46-55)
Esta es también la fe de los hijos
de María; no vayamos tras cantos de sirena...
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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