Llegó el día en que
Jesús reunió a los doce y les dijo: ¡Chicos, escuchadme bien! “A
partir de ahora os doy autoridad sobre todos los demonios, curad enfermedades y
predicad el reino de Dios” (y
voy yo y nazco en el siglo XX con una Bronquitis y unas manías…).
“No llevéis nada para
el camino: Ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni dos túnicas”… A
Jesús ¡qué poco le entiendo!… O sea, que si te duele el pié, te aguantas sin
bastón; si tienes hambre y te mareas, bebe agua (si hay); si se te rompe la
túnica, allá películas… Yo más bien creo que lo que quería decir es que no te entretengas
en chorradas de cualquier clase y te centres en lo que tienes que hacer… En tu
medida, promulgar el Evangelio y cumplirlo con bastón o sin bastón, pero que
nada te nuble el sentido de tu vida como CRISTIANO para la VIDA que te espera en
el cielo.
Después les dijo: “Entrad
en cualquier casa y quedaros allí, sí o sí; pero si no os reciben en aquel
pueblo, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos”. ¡Vamos, que a la porra el pueblo!!!
Siempre habrá personas
que quieran escuchar y ser CURADAS de alma, amparadas en sus vidas por la
Gracia de Dios. Esto no quiere decir que estemos exentos de peligros, ni mucho menos, pero con los
“guarda-espaldas” que nos pone, saldremos victoriosos, aquí o allá, el cuándo es lo de menos. Ya, ya sé que
para nosotros tiene que ser aquí y ahora… ¡Es que no tenemos ni pizca de
paciencia!
¡SEÑOR CONFÍO EN TI, menuda
frase!, que por cierto, usamos “el confío” con nuestros hijos, amigos etc. -
que a veces nos dan cada revés que…- y en cambio con Él nos cuesta ¡cantidubi!,
como no le vemooooos… Pues vuelvo a repetir: “Benditos los que creen sin ver”.
Es mi frase preferida y creo que también la de Jesús que está harto de decirlo
¡casi dos milenios “erre que erre”!, y nosotros como el que no se fía mucho… Si
nos saliera del corazón sin dudar, sin peros, otro gallo cantaría.
Jesús nunca falla ¿Se
nos puede meter en la mollera?
Emma Díez Lobo
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