jueves, 28 de julio de 2016

Matar o beber té

                                                                                          

  
Ni el Islam los quiere… Es frenética la escalada de muertes sin razón en el mundo.

¿Tanta ignorancia rodea a estos hombres? Más que eso, mentes débiles, acomplejadas y vengativas, se han radicalizado a manos de líderes, Bel cebúes  en acción que  desde la retaguardia adoctrinan en el odio y la tortura.

¡Les ha vuelto locos la locura del fanatismo social, religioso y político! Satanás no pierde su tiempo… 

Jesús nos decía:

-“No temáis, podrán matar el cuerpo pero no el alma”, es el apoyo de Dios a sus amigos, la  fuerza que necesitamos para seguir sin entender una sola muerte inocente; es la profecía en cumplimiento. 

Ya no sabe uno ni por quien rezar, interminables atentados islamistas para ganar un “paraíso infernal”.  ¡Pobres asesinos seguidores de no se sabe qué!

La vida es un don inalienable que se arrebata como el que come pipas o bebe un vaso de té… No puedo calificar tal barbarie, supera mis sentidos. Lo más triste es que los sucesos son tan habituales que acabas por acostumbrar tus oídos y, te vas a la cama rezando por “tu hijo que no tiene trabajo” 

¡Válgame Dios!  

¿Dónde la hermandad? No basta que unos la sientan, es imprescindible que la sintamos todos por todos.

Oremos por ellos, víctimas y verdugos, por nosotros y, aunque en medio de tan  larga lista caigamos en “brazos de Morpheus”, Dios apunta, nos calma y nos dice: “Paz a vosotros”.

-¡Gracias Dios!, teniendo el Espíritu en paz, bendito sufrimiento el Tuyo y el mío.

Emma Díez Lobo




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