sábado, 18 de enero de 2025

Partiendo la Palabra D. II T. O. (Jn 2, 1-11) ¿Sabes esperar a Dios?

 




Entendemos mejor este Evangelio, aclarando que, en la Espiritualidad de la Palabra, el vino simboliza la Vida, la Fiesta del Alma, como vemos por ejemplo en el (Sl 23,5).

 Hoy vemos a Jesús, que, con su Madre y sus discípulos, son invitados a una boda, que, en las familias pudientes, y está lo era, duraban varios días. Por falta de previsión, el vino empezó a escasear. María se da cuenta y se lo dice a Jesús quien, aparentemente, rehúye el problema. Aun así, María dice a los sirvientes: "Haced lo que Él os diga”.

 Veamos:  María tiene autoridad moral para mover a estos sirvientes a que hagan lo que Jesús les diga, pues ella hizo lo que Dios le anunció por medio del Ángel Gabriel, que le dijo algo tan inverosímil, como que concebiría en su seno al Hijo de Dios, por obra y gracia del Espíritu Santo, asegurándola, que para Dios no hay nada imposible. Al escuchar al Ángel, María rompió el plan trazado cuidadosamente con José y se acogió al "Dios que hace lo imposible” respondiendo: "Hágase en mi según tú Palabra” María estaba en "el hoy”; su mañana siempre lleno de incertidumbre, lo puso en manos de Dios.

 María, la que supo esperar a Dios, representa la Belleza y Fecundidad del Discipulado, desmarcándose así de los fariseos a quienes Jesús dijo, y sigue diciendo: ¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que os digo? (Lc 6,46)

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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