sábado, 25 de enero de 2025

Partiendo la Palabra (III) D. T. Ord. (Lc 1,1-4. 4,14_21) Dame Señor tu Espíritu.

 



"El Espíritu del Señor está sobre mí". La proclamación de esta profecía de Isaías, se hace realidad en Jesús y así lo hace constar al anunciar   a los fieles de la sinagoga de Nazaret: "Esta Escritura que acabáis de escuchar, se cumple hoy". Al hablar así, está anunciándonos a todos que Él es el Mesías, el Enviado del Padre para, como dirá a su tiempo San Pablo, reconciliar al mundo con Dios" (2 Co 5,19).

Revestido de la Fuerza propia del Espíritu Santo, Jesús inicia el proceso divino de nuestra reconciliación-rescate de la muerte, al precio de su Sangre, como nos dice Pedro (1 Pe 1,18-19). Rescate Salvador y universal haciendo suyos nuestros pecados; así lo proclamó en su agonía: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen… o lo que es lo mismo: Ya lo ves Padre: ¡Todos me han vendido y me seguirán vendiendo por treinta monedas! ¡¡Perdónales...no saben que se tasan a sí mismos, por apenas treinta monedas!! ¡Perdónales!

 Al resucitar, Jesús envío a su Iglesia con la misma Fuerza del Espíritu Santo al mundo, con el mismo Evangelio con el que Él fue enviado por su Padre (Jn 12,49-50).

 Y es el Evangelio dentro del alma el que nos hace ver y saber qué … ¡¡Valemos infinitamente más que 30 monedas en las que el Tentador pretende tasarnos y comprarnos!!

 

P. Antonio Pavía 

Comunidadmariamadreapostoles.com

 

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