Camina, camina hacia
adelante sin mirar atrás. Cada día amanece y todo es diferente, es el
firmamento que envejece y renace cada segundo del tiempo. No, nunca será igual
al día anterior…
Con tu cuerpo llevas el
alma, jamás te olvides y aunque subyugado por el mal cientos de veces, no
existe pasado para Dios si te reclinas ante Él.
A ti, amigo incrédulo ¿Por
qué no lo haces? ¿Quieres llevar contigo el lastre hasta tu muerte? Mira que te
están avisando y ofreciendo a manos llenas en tu presente, la Gracia de enterrar
tu “basura” (el alma te pesa).
Habrás visto una Cruz
muchas veces, miles… No le has dado valor alguno y sin embargo desde hace 2015
años, todos los pecados fueron perdonados ante esa Cruz. Pero ¡Amigo! tú
naciste después y no es lo mismo, tú debes ir a que te perdone Dios… Y Él ya no
está en la Cruz pidiendo perdón para ti sino en los oídos y boca de su Iglesia, hoy
Católica, Apostólica y Romana con Pedro a la cabeza -lo dijo en vida
para los que naceríamos después-.
Dios borra con goma
blanca y de tinta nuestro pasado hasta ese momento en que decidas ser perdonado
y te regalará un nuevo diario para que lo llenes de amor y obras; también mojado
de “perlas saladas” como las que Él derramó por ti ¡No sabes cómo valora tu cruz si
no te enfadas con ella!!!
¡Anda ve! y el ayer
morirá. El tiempo nuevo será diferente, existiendo para avanzar en la verdad y,
un día morir para volver a VIVIR (tantas veces repetido…).
Y acuérdate de que mirando
hacia Dios, ni tú ni Él volveréis la mirada hacia atrás.
¡Si
te contara cuánto pesaba mi alma! Pero ya lo he olvidado.
Emma Díez Lobo
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