miércoles, 17 de mayo de 2023

Partiendo la Palabra Nacer de nuevo (II) (Jn 3,1-12)

 

 Ya vimos, hablando de Nicodemo, que solo los que se hacen pequeños ante Dios reciben de Él un corazón nuevo capaz de abrirse a su Misterio; a estos, Dios les revela " sus cosas " las que Nicodemo no pudo captar porque había guardado la Palabra, solo en su mente.

 Oigamos a Jesús: "Te bendigo Padre...porque has ocultado estas cosas a sabios y prudentes y se las has revelado a los pequeños..." (Mt 11, 25...).

 Cuántas veces revestimos la desconfianza hacia el mismo Jesús, con la "virtud de la prudencia" y nos ponemos de perfil ante su Evangelio: sus Palabras de Vida Eterna (Jn 6,68). Miremos a Pablo, Doctor de la Ley igual que Nicodemo. Su corazón de piedra le llevó a ensañarse brutalmente con los primeros cristianos hasta que Jesús le salió al encuentro.

 Pablo no se excusó ante Él... se rindió. Su cambio fue total. De querer ser grande a los ojos de los hombres, pasó a ser unos de "los pequeñuelos de Dios".

 Inconmensurable su testimonio acerca de la Sabiduría recibida de Él: "Predicamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, destinada por Dios para nuestra gloria...desconocida por los grandes de este mundo...” (1 Co 2,7-8).

  

 P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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