Seguimos con Isaías. Ya vimos la amorosa solicitud del
Buen Pastor con los corderos recién nacidos. Nos estremece, en este sentido,
esto que dice Jesús al Padre acerca de sus discípulos, ante la inminencia de su
Pasión: "Padre Santo, cuida en tu nombre a los que me has confiado" (Jn
17,11).
Veamos el final
el pasaje de Isaías “Hace recostar a las ovejas que van a dar a luz "
Impactante la Ternura de Dios. Estas palabras son una referencia profética
acerca de todos aquellos que anuncian el Evangelio de Jesús: sacerdotes,
seglares, consagrados...etc. Es un anuncio del Evangelio, que nos hace perder
la dignidad, el honor e incluso la vida a causa del odio del mundo como nos
dice el mismo Jesús (Jn 15,18...)
Tienen tanta Vida las palabras que Jesús siembra en
nuestro corazón y que desde él ascienden a nuestros labios en vistas a la
predicación, que engendran hijos de Dios a los que las reciben y acogen (Jn
1,12).
Respecto al odio del mundo, Pablo escribe que sufre
dolores de parto hasta ver a Jesús formado en quienes le escuchan (Gal 4, 19).
A los anunciadores del Evangelio, tan odiados por el mundo, Jesús les
recuesta sobre su pecho, sobre su corazón rebosante de la Sabiduría con
la que les alimenta. Al recostarles sobre sí, les está llamando: "Mis
discípulos amados “...como a Juan (Jn 13,23)
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario