Todo ser humano es obra de Dios, es criatura de Dios y tiene que seguir regalando, reflejando y brindando la ternura de Dios. Fue creado a su imagen y tiene que reflejar algo de su gloria. ¡Qué fuerza tiene y qué compromiso alcanza para cada uno de nosotros ser conscientes de que somos objeto de la ternura de Dios! Y, si es que somos así, reflejo de la gloria de Dios, hagamos el compromiso de regalar nuestro cariño y nuestra entrega a todos los seres humanos que encontremos en nuestra vida.
Hace muy pocos días fui a rezar el rosario con los sacerdotes mayores de
nuestra casa sacerdotal. ¡Qué belleza más grande ver a todos manteniendo en sus
manos los remos de la barca, de la Iglesia! ¡Qué hondura alcanza la vida cuando
se ve que nuestro tiempo, el que nos toca vivir, no es inútil! Que podemos
seguir dando frutos, que tenemos una nueva misión. Miran el futuro desde ese
número largo de años que nos hacen más humanos, pues hacen una elección de
amor. Es la ternura de Dios, el estilo del anciano, que se manifiesta en tres
actitudes: cercanía, misericordia y ternura. ¡Qué bueno es contemplar a cierta
altura de la vida que Jesús es fiel, que no se rinde ante las ingratitudes o
rechazos, que siempre espera, siempre perdona, siempre nos conquista con su
amor y nunca con el poder absoluto que tiene, en todos los momentos y
circunstancias, en cada época de nuestra vida, sea en la niñez, en la juventud,
la adultez o la ancianidad!
Cuando veo a los mayores en su cercanía, con su experiencia de vida, con sus
palabras llenas de sabiduría que les ha dado el libro de la vida, pienso que la
tristeza o los miedos no pueden quitar espacio a la alegría que nace de
personas en las que los años les han llenado de capacidad para entregar
misericordia y esperanza. ¿Te has dado cuenta de que la Iglesia de la que somos
parte, con tu vida, con tus manos, con tus obras, con tu amor, con cercanía, es
la que acaricia y cura heridas con tu vida vivida sirviendo a los demás?
+ Carlos Osoro Sierra
Cardenal arzobispo de Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario