lunes, 19 de junio de 2023

Partiendo la Palabra Para ti son mis frutos, Señor [1] (Ct 7,14)

 

Tengamos muy en cuenta lo que Jesús considera signo identificador como discípulos suyos y más sabiendo que todos ellos son sus discípulos amados. Bien, nos considera como tales, cuando nos mantenemos en su Palabra, pues Ella nos ofrece la verdad que nos hace libres. (Jn 8,31- 32). Es la libertad que emerge de la Fuerza Divina del Evangelio (Rm 1,16) y que nos permite enfrentarnos al Tentador y decirle: Tengo la Vida de Dios conmigo - como dice Pablo - (Col 3,4) no pierdas el tiempo. 

 El que mantiene su corazón en el Evangelio de Jesús es racimo suyo; está unido a Él:  la Vid verdadera. Es una comunión con El y en El, que nos capacita para dar fruto por el que damos gloria a Dios nuestro Padre (Jn 15,1-8).

  Para dar este fruto los discípulos de Jesús trasfieren la Palabra leída -masticada en el alma- meditada como dice el Salmista y entonces serán como árboles plantados junto a las corrientes de agua, Dios, que a su tiempo damos su fruto. (Sl 1,1-3).

                           Seguimos el miércoles.... 

 

 P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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