miércoles, 28 de junio de 2023

Partiendo la Palabra Dios es mi Pastor (II) (Sl 23)

 


Vimos que Dios se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1,14).  Pronto manifestó que llevaba en todo su ser las entrañas de Pastor del Padre. Entrañas por las que no considera a nadie por perdido; que si una oveja alejándose de Él, vagabundo desorientado entre riscos y abismos, se pone en camino hasta que la encuentra. Entonces con el corazón, también el alma, rebosantes de alegría la aprieta contra sí y la carga sobre sus hombros. ¡Bastantes heridas se ha hecho en su “escapada “como para llevarla de vuelta arrastrándola de malas maneras, provocando que sus heridas se hagan mayores e incluso que se infecten!

 Por eso se la carga encima, signo bellísimo de aquella tarde en la que Jesús cargando con todos nuestros pecados gritó: Padre, perdónales. ¡No saben lo que hacen! ¡No sabían el angustioso vacío del alma que iban a sufrir al alejarse de mí!  Padre mírala, la he encontrado y... ¡Está viva! (Lc 15,4-7)

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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