Hoy Jesús nos dice: "Nadie puede venir a mí, si el Padre, que me ha
enviado, no le atrae". Estas palabras nos conmocionan por su riqueza y
belleza, pero nos preguntamos: ¿Cómo vamos a dejar que Dios Padre nos atraiga
hacia su Hijo, siendo tan dados a fenómenos que rayan la milagrería? Quizás
creemos que el Padre nos dará señales especiales para seguir como discípulos a
su Hijo.
El hecho es que tenemos ante nuestros ojos... La Señal de todas las señales:
!!El Santo Evangelio al que quizás no le
damos mayor importancia!! Es el Evangelio que Dios Padre imprimió en el corazón
de su Hijo para que nos lo diese a nosotros (Jn 12, 49-50). Es el Evangelio del
que Jesús dice: "Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mi"
(Jn 6,45). Recordemos que "aprender" viene de "prender". A
este respecto Jesús dice a los fariseos de todos los tiempos: "... Mi
Palabra no prende en vosotros ..."(Jn 8,37).
Los discípulos de Jesús saben, o sabemos, muy bien que ningún atajo conduce
a Jesús. Que Él nos conceda la Pasión Inmortal por su Evangelio para así,
rechazar todos los atajos, que no son más que "cantos de sirena".
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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