miércoles, 21 de agosto de 2024

PARTIENDO LA PALABRA ¡Tú eres mi Padre! (IV)

 



Hemos oído a la súplica desgarradora de Isaías, súplica a Dios que en consonancia con otros profetas clama así: ¡No te deshagas de nosotros!

 Vimos también que la única posibilidad de que el hombre sea fiel a Dios es que descienda entre nosotros y siempre en nuestros corazones la fidelidad a Él. Dios, Padre y también Madre, es, sobre todo, Corazón y por eso está pendiente de nosotros, recibe en sus entrañas nuestros gritos de auxilio y, como hemos dicho, decide encarnarse, viene en medio de nosotros, que esto es lo que significa su Nombre: Emmanuel.

 Viene como el Buen Pastor que se preocupa más de sus ovejas, que dé El mismo; así nos lo presentó proféticamente, Ezequiel: "Yo mismo cuidaré de mi rebaño, velaré por él. las recobraré de los lugares donde se habían dispersado en el día de oscuridad y tinieblas.

 Dispersos quedaron los discípulos en las tinieblas del Calvario (Lc 22, 44...) Jesús murió...resucitó y los recuperó como por ejemplo a los dos de Emaús (Lc 24, 13... En los dos discípulos de Emaús nos busca a todos.

 

Padre Antonio Pavía

comunidadmariamdreapostoles.com

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