lunes, 19 de agosto de 2024

PARTIENDO LA PALABRA Tu eres mi Padre (III)

 


 

Recogemos el grito lastimero de Isaías, con el que terminamos el texto anterior: "...Porque tú eres nuestro Padre..."y lo completamos: "¡Porque Abraham no nos conoce, Jacob no se acuerda de nosotros! Tú Yahvé eres nuestro Padre, tu nombre es ... el que nos rescata" (Is 63,16). Esta es la diferencia Infinita, entre el Dios de Israel y los dioses de los pueblos vecinos; sus moradores, jamás podrán llamar Padre, a sus dioses, obra de sus manos. Los dioses " inventados "por el hombre, "tienen boca y no hablan, ojos y no ven, oídos y no oyen, no hay aliento en sus bocas."(Sl 135,15-17) ...es decir... ¡No pueden hacer nada por ti cuando se resquebrajan tus cimientos!

 La gran y drástica diferencia existente entre los dioses inventados por nosotros es que, aunque hipotequemos de mala manera nuestra vida en ellos...jamás podremos decirles: ¡Tú eres mi Padre! Isaías si lo pudo decir en Nombre de todo Israel, y no sólo eso…movido, como todos los profetas por el Espíritu Santo, una vez que llamó Padre a Dios, consciente de su debilidad y la de todo Israel, le gritó suplicante: ¡¡Baja, desciende hacia nosotros!! (Is 63,19b) ¡Con este ruego, profetizó la Encarnación del Hijo de Dios!

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles com

 

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