Después de haber saciado el hambre de miles de personas, Jesús y sus
discípulos, fueron a Cafarnaúm. La multitud fue a su encuentro y entonces,
Jesús dejándose de rodeos les preguntó: ¿Me buscáis porque creéis que soy el
Mesías?... O solo para que os haga otro milagro. Esta aclaración sobre la fe,
es esencial para nuestra madurez en el Discipulado. La gente respondió a Jesús:
¿Que tenemos que hacer para realizar la obra de Dios? Jesús les dijo: Si
queréis ser mis discípulos, tenéis que crecer en la fe. Creed en mí, yo soy el
Enviado del Padre.
Veamos; creer es el fruto del Amor
de Dios dentro de ti. Recordemos aquel pasaje en el que un escriba preguntó a
Jesús, cuál era el mayor de los mandamientos. Jesús le recordó lo que él ya
sabía por las Escrituras: El mayor mandamiento es: "Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" (Mt 22,37).
Está es la fe que agrada a Dios (Hb 11,6). Está fe, es la Piedra Angular del
Discipulado. Que no haya hendiduras en tu corazón, en tu alma y en tu mente,
que no estén habitadas por Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Vayamos
tras esta fe y sabremos cómo y cuánto nos ama Dios.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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