Lo que el Salmista profetizó acerca de María de Betania - recordemos, (Sl
45,11-12) se cumple también en todos los discípulos de Jesús, de ayer, hoy y
siempre, por lo que merece un texto exclusivo ya que quien tiene su oído
abierto a Dios alcanza una relación con ÉL de tal esplendor e intimidad que
sobrepasa este mundo. Relación que solo es posible desde la Fuerza de Dios que
reside en el Evangelio. (Rm 1,16).
Veamos a este respecto y con cierto reparo, la semejanza entre María de
Betania y Jesús. Hemos visto a María de Betania con "su oído abierto"
a las palabras de Jesús. Por su parte Jesús, tiene su oído permanentemente
abierto a la Voz del Padre como fue profetizado: "El Señor me ha dado
lengua de discípulo para hacer llegar al cansado una Palabra alentadora. Mañana
tras mañana, me abre el oído" (Is 50,4-5...).
Jesús nos dice que recibe el Evangelio que predica del Padre que le hablaba
(Jn 8,28). Esta semejanza, más divina que humana de Jesús con María de Betania
es extensible a todos sus discípulos. (Jn 1,9-12).
Oigamos esto que dice Jesús: "Mi Madre y mis hermanos, son los que
escuchan la Palabra de Dios y la cumplen" (Mt 12,49-50). Cumplir la
Palabra significa llenar el corazón del Evangelio; paso a paso nos llenamos de
su Gracia y su Fuerza hasta que lo vamos cumpliendo. (Rm 1,16).
Recordemos que el Ángel llamo a María de Nazaret: "Llena de Gracia y a
continuación la dijo: "El Señor está contigo" con esta Riqueza
interior le salió natural decirle "Si a la propuesta de Dios " Por
eso es nuestra Madre, que nos enseña el secreto para poder decir ... Si a Dios: ¡Guardando
su Palabra!
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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