sábado, 26 de octubre de 2024

Partiendo la Palabra Dom. XXX T. Ord. (Mc 10,46-52) ¿Para qué sirve el Evangelio?

 



 

Este Evangelio narra la curación de un ciego por parte de Jesús. Varios son los Manantiales de Vida que surgen de este pasaje. Veamos algunos: el ciego, al saber que Jesús pasa a su lado, le grita para que le cure; el aparente desinterés de Jesús por él; la presión de la multitud para que deje de importunar a Jesús; El ciego que contra toda esperanza (Rm 4,22)   siguió gritando a Jesús; Jesús que dice a sus discípulos que le llamen. Este hombre que al saber que Jesús si se interesa por él, arroja su manto, figura del hombre viejo, (Ef 4,22) y corre saltando hacia El...

Y tantos manantiales más, pero voy a decantarme por uno que me parece esencial para nuestro crecimiento como Discípulos de Jesús. Fijémonos en que cuando Jesús abrió los ojos de este hombre le dijo: " Vete, tú fe te ha curado". Bartimeo, así se llamaba este hombre, no se fue a su casa, ni a sus cosas. Decidió seguir a Jesús iniciando así el sublime camino del Discipulado. Una reflexión: ¡Cuantas maravillas e incluso milagros ha hecho Dios en nuestra vida y quizás no hemos dejado la maraña de nuestras cosas, descuidando así, nuestro seguimiento a Jesús!  Y recordemos, que no hay otro camino para seguir a Jesús que el de su Santo Evangelio.

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

 

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