viernes, 20 de enero de 2017

El sábado se hizo para el hombre



El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado (Mc. 2,  27).

Además de las circunstancias en que pronunciaste estas palabras a causa de la terquedad de los fariseos, Señor, quiero hacer otra reflexión personal y sacar las consecuencias.

Está claro que todo lo que contiene el universo, incluido el hombre, salió de tu poder, pero igualmente claro es que todo fue creado para el hombre, para su uso y disfrute, que el hombre es el centro y todo converge en él. Ahora bien, algunos hombres han malinterpretado ese regalo tuyo y pretenden incorrectamente  que también los demás hombres estén a su servicio. Pero, claro, Tú nos hiciste a todos iguales y no superiores unos a otros, por tanto ese actuar va en contra del principio enunciado por ti.

Cuando el hombre abusa del poder que, con el engaño e incluso con la involuntaria ayuda de otros hombres, ha conseguido y ese poder lo convierte en dominio sobre los demás; cuando tiraniza con sus obras, fruto de ese dominio, a sus semejantes; cuando ese poder y dominio lo aprovecha para multiplicarlo más y más y lo reinvierte en sí mismo; cuan todo eso sucede es que no ha sabido interpretar tus palabras.

Pero igualmente equivoco mi actuación, yo que critico el comportamiento de esos hombres, cuando obro de tal forma que me esclavizo de las cosas que has puesto a mi disposición. Cuando vivo para la riqueza o cualquier otra cosa, es decir, la convierto en un fin en vez de un medio, estoy malinterpretando igualmente esta sentencia tuya. Cuando vivo para mi prestigio, esto es, solo me preocupa que los demás vean y alaben mis facultades y no pongo estos dones al servicio del prójimo, también estoy tergiversando este mensaje tuyo. Cuando vivo solo de apariencias y en realidad mi vida está hueca y vacía, estoy enredando tu mensaje.

Cuando despilfarro y abuso de esa naturaleza creada para mí; cuando no pongo medios para frenar el desenfrenado deseo de derrochar el agua, la comida o cualquier otro bien de la naturaleza; cuando no pongo medios a fin de contaminar lo menos posible creo que es una manera de no utilizar el sábado para lo que lo hiciste.

Perdón, Señor,  por las veces que no he sabido interpretar tus palabras y les he dado la vuelta a fin de ponerlas lo más favorable para mí en contra del correcto sentido.

Pedro José Martínez Caparrós

No hay comentarios:

Publicar un comentario