lunes, 7 de mayo de 2018

Crónica Vaticana



La periodista Irene Pozo, responsable de la producción  del área socio religiosa en TRECE TV y conductora del espacio “Crónica Vaticana”, entrevistó a don Ángel Pérez teniendo como fondo del programa la reciente Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate” del Papa Francisco.
 1.- Don Ángel, la llamada a la santidad no es nada nuevo. ¿Por qué cree que el Papa ha considerado recordarlo ahora con esta Exhortación?
Como muy bien dice nuestro refranero: «después de los años mil, las aguas vuelven por donde solían ir» Imagino que el Papa, como tantos otros, está persuadido de que la enfermedad más grave que aqueja al ser humano en el siglo XXI es la miopía, esto es, no distinguir en las personas a tus hermanos. Y en ellos a Dios. El objetivo es, por tanto, restituir el orden de la creación soñada por Dios, donde el ser humano es imagen de Dios, el centro de la creación. De lo que se trata es de recordar a la humanidad cuál es su verdadero origen y destino: «el haber sido llamados a vivir eternamente de la plenitud del AMOR de AQUEL que un día nos creó».
2.- ¿Algunas claves de esta Exhortación Apostólica?
Es una Exhortación que utiliza un lenguaje coloquial, cercano, familiar.
Es una Exhortación que va dirigida a todos. Y a cada uno en particular.
La santidad no es exclusiva de un grupo de selectos.
No se necesitan títulos ni Votos religiosos especiales.
Basta sólo tener abierto el corazón.
Intentar que gane el amor.
Vivir el espíritu de las bienaventuranzas.
Entrar en contacto personal con Jesús.
3.-Cada uno tiene su propio camino de santidad y no debemos conformarnos con una existencia mediocre, como indica el Papa. A pesar de ser tan imperfectos, tan pecadores… ¿realmente estamos llamados a la santidad?
¡Más vale…! Nacimos para ser felices, no para ser perfectos. Menos mal. Somos criaturas y por lo tanto sujetas al espacio y al tiempo, vulnerables y frágiles. Imperfectas. Jocosamente suelo decir a la gente cuando me pregunta si ellos también son dignos del perdón y de la misericordia que «el pluscuamperfecto es un tiempo verbal que solo conjuga Dios. Nosotros, el imperfecto y gracias».
4.- Hay una propuesta del Papa que me encanta en esta exhortación. Cuando habla de fijarnos en los “santos de la puerta de al lado”: los padres que crían con amor a sus hijos, hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, enfermos… ¿Se trata en cierto modo de buscar esa llamada a la santidad en nuestro día a día?
Ser santo, según refiere el Papa, está al alcance de tu mano y de la mía… aunque muchos exclamen: «¡anda ya!» «¡de qué vas!»
Basta, refiere el Papa Francisco, con que aciertes a conectar con Dios, es decir, a entrar en relación personal con Jesucristo. Él es quien ofrece a cada persona, hoy igual que ayer, plenitud de sentido en su vida, autenticidad, alegría, libertad, creatividad, fecundidad, sinceridad, felicidad… Son los valores que Él mismo encarnó en su vida. Y que siguen siendo tan actuales como necesarios hoy día.
5.- Y cuando perdemos los nervios, cuando salen las malas palabras (muchas veces con las personas que más queremos), cuando dejamos de ser un ejemplo… ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo retomamos el camino?
Pedir perdón. El perdón nos ennoblece. No es de seres inferiores. Basta con “resetear” tu disco duro, tu corazón. Es a través del perdón constante como llegamos a ser como el Padre. Perdonar de corazón es muy difícil. El perdón de Dios es incondicional, surge de un corazón que no reclama nada para sí. El perdón me permite ver más allá de mi muro y saltar ese muro y acoger a los otros en mi corazón sin esperar nada a cambio.
6.- Hace poco escuché de usted unas palabras muy bellas que como consejo creo que son un gran ejemplo: “si notas que te bloqueas con mucha frecuencia, que andas muy estresado, irascible, que tu sistema se cuelga y has perdido el brillo de tus ojos… necesitas “resetear” tu corazón. ¿Cuál es la contraseña para hacerlo?
¿No crees que Dios hace las cosas muy sencillas y que a los humanos nos encanta complicarlas…? Sé tú mismo, siempre. Y trasparentarás al Dios que llevas dentro de ti.
7.- También hay peligros contra los que advierte el Santo Padre en su Exhortación. El consumismo o una espiritualidad sin encuentro con Dios, son algunos de ellos.
¡Qué grande el Papa Francisco que pone el dedo en la llaga! No es lo mismo hombres de rezos que hombres de oración. No es lo mismo hablar de Dios que hablar desde Dios. No es lo mismo buscar la salvación a través del poder de las ideas o del esfuerzo humano (la ley, las normas, la doctrina, los ritos, el prestigio, etc.) que a través de la GRACIA que Dios otorga a todos los que están lejos del hogar para que puedan regresar a él. La santidad es otro modo de mirar el mundo.  
8.-  La vida cristiana, como señala el Papa en el último capítulo, es un combate permanente. Se requiere fuerza y valentía: no se trata solo de una lucha contra el mundo y la mentalidad mundana, ni contra nuestra propia fragilidad (la pereza, los celos) sino que es también una lucha constante contra el mal… ¿qué herramientas podemos usar para esta lucha en nuestro día a día?
Te voy a contestar como respondía siempre el tío Manolo de mi pueblo cuando la gente le preguntada qué iba a tocar esa tarde con la banda: «lo de siempre, pero con más bombo» La herramienta, como siempre, es el encuentro personal con el Señor concretado a través de su Palabra, de los Sacramentos (los siete momentos más relevantes de la vida) y sobre todo de las personas, más desheredadas.


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