sábado, 25 de julio de 2020

Domingo XVII T. O.


                                                                          EL TESORO O los tesoritos

Cuando Israel llegó a la Tierra Prometida Dios le dijo: "Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas" (DT 6,5) sellando así su elección y predilección por él.

Estas palabras nos identifican como discípulos de Jesús. Los que se dejan llevar por sentimentalismos se emocionan y hasta lloran al leerlas pero de ahí no pasan. Los que se conocen bien, también lloran pero de impotencia al no poder cumplirlas, como le pasó a Pedro. Sin embargo nos podemos alegrar al leer lo que Dios dice a Israel a continuación: "Queden en tu corazón estás palabras...” (DT 6,6).

Dios nos dice que guardemos sus palabras aunque sean inalcanzables….guárdalas como María...y Dios mismo hará que se cumplan en ti.

El Evangelio de hoy nos habla de esto.

Todos los  buscadores de Dios de corazón sincero, tarde o temprano comprenden que el Evangelio de Jesús es el Tesoro de todos los tesoros porque encierra la Vida que buscan y  desean. Al encontrarlo lo esconden -es su guardar la Palabra- y dejan de lado sus tesoritos, por los que tanto se han agobiado, para poder hacerse con el Tesoro por excelencia.

Una disposición así es tan agradable a Dios que reviste sus corazones con su Fuerza y su Sabiduría haciendo así alcanzable el Evangelio  considerado hasta entonces inalcanzable. Así las cosas nos toca escoger entre nuestros tesoritos o el Tesoro por excelencia: ¡El Evangelio de Jesús! 

(P. Antonio Pavía) 




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