miércoles, 1 de julio de 2020

En ti está mi esperanza



El salmo 38 nos presenta un israelita que desea y busca ser fiel a Dios, y por ello lleva un estilo de vida que provoca el desprecio de incluso aquellos que anteriormente eran sus amigos. Este hombre, figura de Jesús, no entiende la aversión de esta gente por lo que con el alma desolada pregunta a Dios: "Y ahora, Señor, ¿qué esperanza me queda?” Dios le responde al instante con su infinita ternura, inspira la respuesta en su alma y ésta la lleva hacia sus labios: “¡Tú eres mi esperanza!”

Nuestro amigo recobra paulatinamente la paz; el Señor en quien confía es su refugio y defensa. Este hombre, fiel figura -como he dicho- de Jesucristo, lo es también de sus discípulos, que tantas veces nos vemos asolados por el desprecio del mundo.

Sepamos que así como el salmista tuvo su respuesta de parte de Dios, también nosotros la tenemos. Oímos a Jesús: "En el mundo tendréis tribulación, pero, ¡ánimo!, yo he vencido al mundo" (Jn 16,32b).

Sí, no perdamos la Paz del Señor, Él ha vencido al mundo que nos desprecia por ser sus Discípulos.
 

 PD. Con este texto finalizamos las mini-catequesis que iniciamos cuando se estableció el confinamiento. La buena noticia es que todas ellas van a ser publicadas, con más aportaciones, en el libro que verá  la luz (D.M.) a mediados de Septiembre y que lleva por título: "Luces del alma desde el confinamiento"

Mantenemos el contacto y os informaré de la Editorial y número de teléfono, para  que  podáis solicitarlo desde vuestro domicilio.
             ! Un abrazo y Bendito sea Dios!



P. Antonio Pavía

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