Hoy vemos a Juan Bautista llamando a la conversión del corazón a la gente que había ido a escucharle. Es tan grande el impacto que provocan sus palabras, que la multitud piensa que él es el Mesías que esperaban. Juan Bautista les saca de dudas, diciéndoles que él es solo su mensajero; no tiene pues, la Fuerza Divina para cambiar sus corazones de piedra en unos de carne, como había sido profetizado(Ez 36,26-27).
Jesús, es el Enviado del Padre, para
la conversión de nuestro corazón. De sus Palabras emana la Fuerza de Salvación
(Rm1,16). Pablo llama a las Palabras de Jesús, el Evangelio de la Gracia (Hch.
20,24).
Juan Bautista está pues diciéndoles:
¡Yo no tengo Fuerza para cambiaros, Jesús sí!
Él es la Palabra del Padre, que os da la Vida (Jn 1,4) El mismo Pablo, llama a Jesús: "Fuerza
y Sabiduría de Dios" (1 Co 1,24) Jesús es Fuerza Divina capaz de
someter nuestra muerte y transfigurarnos: "...Esperamos como
Salvador al Señor Jesucristo, el cual transfigurará nuestro cuerpo corruptible
en un cuerpo glorioso como el suyo” (Fil
3,20b-21).
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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