Este Evangelio ayuda muchísimo a quienes queremos ser Discípulos de Jesús, ya que conforme vamos acogiendo sus palabras, tomamos libremente decisiones como: "devolver bien por mal” , nuestra relación con el dinero (Mt 6,24), el pedir perdón (Mt 5,24 ,)…etc, que los sabios según el mundo no entienden.
La Buena Noticia es que no tenemos que explicar nada...Dios es quien se
explica por nosotros y lo vemos hoy en María. Ha dicho sí a Dios; a una
propuesta suya que rompe todos los esquemas de la normalidad y también
de la cómoda religiosidad. La vemos entrando en casa de su prima Isabel,
cuando, contra todo pronóstico, el Espíritu Santo provoca saltos de alegría en
Juan Bautista, en el seno de su madre, que nada sabía del embarazo de
María. Si, Juan Bautista se alegró ante la Presencia de Jesús, en
el seno de María. Isabel, movida por el Espíritu Santo, proclamó gozosa estas
santas y benditas palabras: ¿De dónde que venga a mí la Madre de mi Señor? (Lc
1,43 ).
Si, este Evangelio nos mueve a
confiar en Dios ya que es Él mismo quien sale garante de nuestra adhesión al
Evangelio que tanto escandaliza a "los buenos según la sabiduría del
mundo, pero no a la de Dios".
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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