No temas, pequeño rebaño...
Imaginémonos a los discípulos de Jesús. Están desalentados. Son pocos y ven
apenados el rechazo que tiene su Maestro, allí por donde pasa. Más de una vez
se dirían: ¿Dónde nos hemos metido? Jesús lo sabía. Le dolía el desaliento de
estos hombres a quienes había llamado uno a uno. Ante sus dudas les dijo: ¡No
temáis pequeño rebaño...! ...Si, no temáis…mis discípulos serán siempre, a lo
largo de los siglos, un pequeño rebaño. Siempre serán pocos los que confíen en
mi lo suficiente como para dejarme que escriba mi Evangelio en sus corazones.
Por eso, seréis siempre "mi" pequeño rebaño en una sociedad orgullosa
de su autosuficiencia, tan orgullosa que intentará cubrir con sus vanidades, el
océano depresivo en el que asienta sus planes y sus pies, como la estatua de
Nabucodonosor (Dn 2,31-34).
No temáis pequeño rebaño, siempre
seréis insignificantes a los ojos de los demás, pero sois "mi Luz" en
medio de los hombres, a quienes amaréis como yo los amo. "Os envío como
ovejas en medio de lobos" (Lc 10,3) pero no temáis pequeño rebaño: Yo he
vencido al mundo y vosotros también (Jn 16,33).
No temáis, mi pequeño rebaño...no
temáis mis queridos discípulos ...no temáis. Después de estas palabras de Jesús
a sus ovejas... ¿Alguien puede imaginar una Ternura mayor que la suya?. No
perdáis el tiempo...no hay mayor Ternura que la que Jesús prodiga a sus
Discípulos.
Buscar a Dios es también buscar su
Ternura... “No temáis...pequeño rebaño"
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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