El Fuego del Señor Jesús, en mí.
"He venido a traer Fuego al mundo y como deseo que esté ya
ardiendo". Nos estremece la angustia de Jesús y nos asombra ver cómo
sobreponiéndose a ella entra en el Misterio de la Cruz; allí, en el Calvario,
Lugar Santo en el que el Mal fue vencido. Lugar Santo, Morada del Fuego de Amor
Eterno, donde Dios imprime el sello de calidad de nuestra creación, como hijos
suyos acerca de este "Fuego Creador" es muy significativa la
experiencia de los dos de Emaús. Escépticos y desilusionados de Jesús,
abandonan la comunidad y van hacia Emaús.
Jesús se hace el encontradizo con
ellos y deshace sus incredulidades partiéndoles la Palabra. Y esta, se hizo
Fuego Divino en sus entrañas.
Oigamos su confesión de fe al irse Jesús : ¿No ardía nuestro corazón cuando
nos iba interpretando las Escrituras? Para eso murió Jesús para que su Fuego,
el de sus Palabras, se hiciesen entrañas de nuestras entrañas.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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