lunes, 8 de septiembre de 2025

PARTIENDO LA PALABRA SL 45... (I)

 



"Mis Palabras son Espíritu y Vida" 

(Jn 6,63 b)

 

El Salmista movido por el Espíritu de Dios, siente el despertar de los sentidos de su alma, como diría San Agustín, que le impulsan a cantar desde lo más profundo de sus entrañas, esa música que solo Dios puede crear y que le mueve a proclamar: "Me brota del corazón un poema hermoso..." Son palabras del Cielo, no de la tierra; nos imaginamos al salmista abrazado a ellas porque destilan Vida para su alma. Este hombre podría decir que han volado hacia él como palomas desde las manos del Dios Vivo.

El Apóstol Pablo recoge está bellísima experiencia del Salmista al confesarnos la Raíz y la Fuente de su predicación: "Anunciamos lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman y que Dios nos reveló a nosotros por medio del Espíritu' (1 Co 2,9-10). 

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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