"En tus labios se derrama la gracia" dice el Salmista. Hemos
visto algo de la inmensidad del Amor de Dios derramado en las honduras del alma
de este israelita, y también el perdón que fluye de su Gracia. Si pensamos que
ya hemos oído y vivido todo acerca del Amor y la Gracia de Dios, es que aún no
conocemos los tesoros inagotables que nos tiene reservado, ocultos en su
Palabra, y que como dijeron no pocos Santos Padres son inconmensurables.
No nos aflijamos; Dios tiene dispuestos estos Tesoros de Amor y de Gracia para sus verdaderos buscadores...y estos son los que le buscan un día sí y otro también en sus Palabras de Vida, cosas que a los fariseos de entonces y de siempre, nunca les preocupó como dijo Jesús (Jn 39-40).
La Espiritualidad de la
Palabra...atentos porque no hay otra que nos permita encontrar al Dios vivo,
nos permite descubrir que Gracia y Ternura son inseparables en su Espíritu. Así
nos lo hace saber el rey David, adúltero y asesino, que no solo alcanzó el
perdón de Dios, sino que le constituyó Padre de la Mística.
Escuchemos lo que, inspirado por Dios, os dice a este respecto: "Bendice
alma mía al Señor, no olvides lo que ha hecho por ti; El perdona todas tus
culpas...rescata tu vida de la muerte, y te colma de Gracia y de
Ternura... (Sl 103,2-4) ... Y aún hay personas que no tienen tiempo para
buscar e intimar con Dios, que nos perdona, nos ama, y que no descansa hasta
que..."le hospedemos en nuestras entrañas".
P. Antonio Pavía
Comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario