miércoles, 30 de noviembre de 2016

Dedicación e inmediatez




        Señor, en la elección de tus primeros apóstoles solo les pones una condición: “Venid y seguidme”.

        Estas palabras me indican que lo único que nos pides a los cristianos es disponibilidad. No nos haces una entrevista, no nos pides un curriculum, no nos pides unos avales, nada en absoluto, solo dedicación plena. Quieres que te acompañemos, que nos olvidemos del resto de las personas y cosas que nos han acompañado hasta ese momento y que nos dediquemos en cuerpo y alma a tu causa.

        Ahora bien, no pretendes que rompamos los lazos con los que nos rodean. Precisamente el encargo que nos haces es atender al resto de seres. Quieres que nuestro tiempo y acciones las pongamos al servicio de los demás, pero no que abandonemos nuestros quehaceres, sino que esos quehaceres sean los otros: “…os haré pescadores de hombres”.

Esos primeros discípulos eran pescadores y van a seguir siéndolo, van a seguir en su profesión, pero dignificándola, elevándola un escalón en el escalafón. Ahora lo que tienen que pescar no son peces para alimentar la vida física de los demás, sino atraerlos junto a Ti. Enseñar a los demás que por encima del alimento físico hay otro, de superior categoría, al que hay que atender con preferencia. Nos encomiendas que hagamos caer en la cuenta que por encima del alimento del cuerpo está el del espíritu.

Para esa dedicación no es necesario, en principio, retirarse a lugares extraños ni hacer acciones rarísimas. Es seguir en el mismo ambiente, pero hacerlo todo con cariño, actuando por el bien del otro y no por el propio, siendo generoso y no egoísta, compartiendo lo mío para igualar las carencias de mis semejantes. Compartiendo mi tiempo y dedicárselo a los que me necesiten porque están solos en la vida o están en un hospital o ya, por causa de las deficiencias de la edad, no pueden salir de casa. Aconsejar a los que veamos que van por caminos erráticos. Animar y alentar a los decaídos y desalentados. Creo, Señor, que esta es nuestra labor como pescadores de hombre.

“Inmediatamente dejaron las redes y los siguieron”. Su respuesta fue pronta, sin dudas, sin medias tintas. También la nuestra tiene que ser inmediata, prontos cuando alguien nos necesite o solicite. Es lo único que nos pides: dedicación plena e inmediatez.

Pedro José Martínez Caparrós



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