miércoles, 20 de septiembre de 2017

El ángel de Dios

     


              
                                                           
El otro día me preguntaba cómo se llamaría mi ángel de la Guarda y algo me respondió: Pues no, no tienes un ángel propio que te cuida todo el día…

-Ah ¿no?

-No, ni naces con él, ni está 24 horas a tu lado como el mundo cree.

-¡Vaya por Dios!!! Pero…

-Ya, lo sé. Dios creó ángeles guardianes, cierto, y yo soy uno de ellos, pero de ahí a que tengáis uno pegado todo el día, pues como que no. ¿Recuerdas cuando Jesús estaba solo en Getsemaní?, estaba SOLO sin ángel, pero su Padre envió a uno de nosotros para que Le consolara y soportara aquél cáliz. Dios nos envía…

-Ósea, que no estáis en permanencia como “los cascos azules” ¿no?

-Pues no hija, estamos cuando Él lo cree conveniente y de hecho nos ha enviado muchísimas veces, siempre por alguna razón misteriosa que ni yo conozco.

-¡Qué contrariedad! Yo que pensaba que dormía conmigo…

-¡Qué más te dará si Dios nos envía cuando quiere! y sin sus mandatos, no podemos hacer nada, de hecho lo habrás visto miles de veces en niños, por ejemplo, atropellados. Cuando bajamos del cielo, contravenimos la evidencia y la lógica.

- ¡Pufffff! estoy un poco…

-¿Por qué, si tienes a Dios preparándote permanentemente para lo que suceda? Si quisiera hacer un milagro y enviarnos, lo haría.

¿Sabes dónde estamos siempre con vosotros? En la Eucaristía, pero solamente con aquellos que Comulgan perdonados en confesión por su real arrepentimiento. Hay personas que no llevan ángel… ¡Sabrás el motivo!

- Sí, adiós ángel. Ahora entiendo.  


Emma Díez Lobo

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