Comparto lo que el Señor me ha inspirado esta mañana...
Si el salmista al
intuir la Majestad de Dios por la creación se queda atónito y exclama: ¿Que es
el hombre para que pienses en él? (Sl 8)
Qué podremos decir
nosotros ante lo que dice de nosotros el autor del Salmo 45.
Partamos los versículos
11 y 22
Escucha hija - el alma
- mira y pon atento el oído olvida tu pueblo y la casa paterna- es decir
escucha, contempla y átate a mí Palabra con tal fuerza que nada de lo que
tienes te ate.
Átate por mi Palabra, con
mi Evangelio a mí y....el rey, Dios- se prendó de tu belleza. ¡Atentos con la
Palabra, el Evangelio guardado- prendido en nuestro corazón, en nuestra alma!
Podemos
prender-cautivar al Hijo de Dios- Él se prenderá de ti, de nosotros, y ¡Atentos a la bomba! Prender en este sentido
también tiene la acepción de ¡Seducir! Es decir que seducimos al mismo Dios
cuando ve que su Evangelio ya ha llegado a ser !Alma de nuestra alma!
Bendito sea Dios,
P. Antonio Pavía
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